Nace en un pueblito del norte de Italia, en la Región del Veneto, el día 19 de octubre de 1942, es decir: en plena Segunda Guerra Mundial y en un País que está ocupado por las tropas Nazis alemanas. Es el sexto de trece hermanos en una familia humilde y pobre, que como era frecuente en aquellos tiempos de la guerra y la posguerra, eran familias bendecidas por Dios en los hijos numerosos y en la abundancia de las estrecheces; pero que fueron la semilla fecunda de la nueva sociedad prospera, luchadora y emprendedora para Italia y para  Europa y algunas naciones de América.

La familia Guariento Tinazo era una familia de humildes campesinos en la que reinaba la pobreza, pero no la miseria; pues el amor, la comprensión, la alegría y las ganas de vivir y abrirse caminos fue la roca de base sobre la que sus padres fundamentaron la educación de sus hijos como también lo hicieron otras familias con los suyos en aquellos tiempos aciagos.

Faltaba de todo en lo material y económico; pero abundaba la ilusión, la solidaridad fraterna y el trabajo codo con codo de padres y hermanos para salir todos adelante y sin rendirse ante la adversidad y las dificultades.

Sus estudios de primaria los realizó en su pueblo natal y el “gimnasio clásico”, equivalente a nuestro bachillerato, lo realizó con los Padres Salesianos de Bagnolo, pequeño pueblo cercano a Turín, en la Región del Piamonte, muy cerca de Chieri, la aldea natal del Santo Patrono de la Juventud: San Juan Bosco.

Finalizado el bachillerato en Italia, se vino a Venezuela para acompañar a su hermano, el Lcdo. Enzo Guariento Tinazo, quien se había incorporado a la Comunidad Salesiana del Colegio Don Bosco de Altamira en la ciudad capital Caracas.  Allí aprovechó para hacer la equivalencia de estudios del Gimnasio Clásico  Italiano con el bachillerato en humanidades  de Venezuela  y posteriormente el de Maestro Normalista, proyectando bajo la tutela de Don Bosco su espíritu de educador consagrado y entregado de forma radical al servicio de la niñez, adolescencia y juventud venezolanas desde muy temprana edad.

Para reencontrarse con sus raíces y volver al hogar paterno donde se había fraguado desde la infancia su espíritu de educador y formador de juventudes, retorna a Italia y aprovecha para cursar estudios a nivel superior en la Universidad de Padua en la ciudad de su mismo nombre o Padova.  En esta Universidad cursa Idiomas Clásicos y modernos, de los que después se servirá para proyectar sus conocimientos en los estudiantes de humanidades de las primeras promociones del Don Bosco.

De vuelta  en Venezuela se dedica a su profesión de docente en el área de latín e italiano dentro de la Universidad de los Andes en el núcleo Táchira. Así mismo, despliega su labor docente en diversos colegios privados tales como: Colegio Salesiano de Táriba, Colegio la Consolación de Táriba, Colegio María Auxiliadora de San Cristóbal, Colegio Juan de Maldonado y en el Seminario Diocesano Sto. Tomás de Aquino de Palmira.

En su afán constante de superación y progreso se inscribe en la Universidad Católica Andrés Bello, Extensión Táchira (UCABET) para cursar la carrera de Educación Mención Cs. Biológicas, obteniendo el título de Licenciado en Educación Mención Ciencias Biológicas.

Con este nuevo aval académico comienza a trabajar en la Educación pública con el Ministerio de Educación en el área de las Ciencias Biológicas y la Química desempeñando funciones docente en los siguientes institutos educativos del  Ministerio de Educción de Venezuela: Escuela Normal Gervasio Rubio, Liceo Carlos Rángel Lamus y Liceo Las Américas todos ellos de la ciudad de Rubio; como asesor pedagógico trabaja también en la Escuela Granja del Rodeo.

Con este peregrinar por tantos y tan variados institutos educativos va clarificando y profundizando su proyecto más acariciado, el cual asume como un reto cuando después de muchas y prolongadas discusiones con su hermano el Lcdo. Enzo y el Sr. Renato Marcuzzi   deciden emprender la proeza de fundar un colegio Privado que se rigiera por los principios y espíritu de San Juan Bosco, el Patrono y Educador de los Jóvenes y que desde sus inicios académicos en Italia había sido el alentador de los procesos formativos de  él y de su hermano.

En el año 1981, en el marco de la fiesta del Bautismo Sacramental de su hija María Teresa, encontrándose los tres involucrados en este proyecto presentes en la reunión festiva, acordaron dar inicio al proyecto de la fundación del Colegio Los Pirineos Don Bosco, nuestro Colegio. De inmediato se hizo un investigación acuciosa sobre la realidad educativa en San Cristóbal, las nuevas zonas de desarrollo poblacional y sus necesidades de centros educativos, hasta llegar a la ubicación del terreno donde está actualmente la sede del Colegio, en la entrada de Pirineos, un desarrollo habitacional que estaba en pleno auge y que había seleccionado esta esquina como zona escolar para la atención de los niños, adolescentes y jóvenes de las futuras viviendas y urbanizaciones de este nuevo desarrollo urbanístico.

Contando con el conocimiento de la problemática de la construcción de un empresario del área como el Sr. Renato fue fácil conseguir un arquitecto apropiado para satisfacer las necesidades y metas del Colegio que se deseaba fundar y fue el Arquitecto Pablo Vivas quien se encargó de plasmar ese proyecto en planos que después el Sr. Renato Marcuzzi con su Empresa Constructora “Comarca” hizo surgir desde las profundidades de la tierra como árbol de la ciencia y el conocimiento; de la nueva educación formadora de hombres libres, creativos y solidarios al estilo Don Bosco.

En tiempo record  se construyó la sede actual en la que el año 1984, el día 1º de octubre, un numero cercano a los mil (960) alumnos iniciaron su travesía educativa llenos de ilusiones y de sueños.  Las inscripciones para ese primer año escolar se habían abierto en el mes de abril; o sea, en seis meses se alcanza una matrícula completa: Un inicio de Éxito!

El alma de este ajetreo organizativo, académico y disciplinar….: obra silenciosa de los hermanos Enzo y Guerrino.  En la organización inicial del colegio, el primero funge como Director y el segundo como Subdirector.   A partir de este banderazo de partida, el Lcdo. Guerrino ha tenido que cubrir los siguientes cargos y/o responsabilidades: Profesor de Latín y Griego para los estudiantes del Bachillerato en Humanidades, Coordinador de Disciplina de los estudiantes de Bachillerato, Coordinador de los 3º años de Bachillerato, Coordinador General de Cultura y Relaciones Públicas.

Con el crecimiento y expansión del colegio y las áreas complementarias que han ido surgiendo, se han necesitado nuevas estructuras organizativas que al Profesor Guerrino le han obligado a asumir nuevos retos y compromisos dentro del Organigrama Organizativo del Colegio siendo desde hace unos años el Gerente General Académico de los Colegios Don Bosco y Metropolitano.

Así mismo y como exigencia de las circunstancias sociopolíticas el Colegio ha tenido la necesidad de organizarse y afiliarse con otras instituciones similares en el campo de la educación para defender sus derechos constitucionales, lo que le ha llevado a formar parte de la Asociación Nacional de Institutos de Educación Privada (ANDIEP), en la que ha sido pieza importante en los últimos 5 años: Presidente, Vicepresidente, Asesor Nacional, función esta en la que sigue comprometido. Dentro de esta Asociación ha sido un asesor incansable de los otros miembros y un entusiasta animador en los momentos más turbulentos por los que se ha debido pasar la Asociación. Son 47 años ininterrumpidos de servicio y dedicación a los niños, adolescentes y jóvenes con la misma intensidad y entrega de los primeros tiempos.  Estas son las raíces que dan sustento y garantía  hoy, como ayer, al árbol de la Educación que hace 27 años tres quijotes plantaron en el Táchira y a cuya sombra y nutriéndose de su savia han brotado miles de Bachilleres hoy ya exitosos profesionales.