Hoy, 15 de enero, celebramos su entrega, pasión y compromiso inquebrantable con la formación de las generaciones que construirán el futuro. En cada lección, en cada consejo y en cada mirada de aliento, dejan huellas imborrables en la vida de sus estudiantes, sembrando no solo conocimientos, sino valores y sueños.
Ser maestro es mucho más que enseñar; es guiar con paciencia, inspirar con el ejemplo y abrazar el noble arte de transformar vidas. Ustedes son faros que iluminan caminos, aun en los momentos más desafiantes, y cada uno de sus esfuerzos refleja su amor por la educación y por el prójimo.
En este día especial, les agradecemos profundamente por su labor incansable, por creer en el poder transformador del conocimiento y por ser pilares fundamentales de esta comunidad educativa que tanto enorgullece. Que Don Bosco siga siendo su guía y que su vocación sea siempre recompensada con la satisfacción de ver florecer el potencial de sus estudiantes.
¡Feliz Día del Maestro!
Su dedicación es un regalo invaluable para todos nosotros.